La competencia laboral es la capacidad para responder exitosamente una demanda compleja o
llevar a cabo una actividad o tarea, según criterios de desempeño definidos por la empresa o
sector productivo. Las competencias abarcan los conocimientos (Saber), actitudes (Saber
Ser) y habilidades (Saber Hacer) de un individuo.
Así, una persona es competente cuando:
• sabe movilizar recursos personales (conocimientos, habilidades, actitudes) y del entorno
(tecnología, organización, otros) para responder a situaciones complejas.
• realiza actividades según criterios de éxito explícitos y logrando los resultados esperados.
2. Cuantos tipos de competencias encontramos
Para un desempeño laboral competente, la persona recurre a una combinación de los
siguientes tipos de competencias, aplicados a problemas y situaciones concretas de su trabajo:
• Competencias básicas: Son aquellas que se desarrollan principalmente en la educación
inicial y que comprenden aquellos conocimientos y habilidades que permiten progresar en el
ciclo educativo e integrarse a la sociedad. Tradicionalmente se incluyen entre las
competencias básicas las habilidades en las áreas de lenguaje y comunicación, aplicación
numérica, solución de problemas, interacción con otros y manejo creciente de tecnologías de
información.
• Competencias conductuales: Son aquellas habilidades y conductas que explican
desempeños superiores o destacados en el mundo del trabajo y que generalmente se
verbalizan en términos de atributos o rasgos personales, como es el caso de la orientación al
logro, la proactividad, la rigurosidad, la flexibilidad, la innovación, etc.
• Competencias funcionales: Denominadas frecuentemente competencias técnicas, son
aquellas requeridas para desempeñar las actividades que componen una función laboral, según
los estándares y la calidad establecidas por la empresa y/o por el sector productivo
correspondiente.
Publicado por: Paola Gajardo
Publicado por: Paola Gajardo
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